Qué es el offshoring?
El offshoring es cuando una empresa decide reubicar todas o algunas de sus actividades empresariales en otro país. Es un proceso geográfico a menudo realizado con el objetivo de reducir costes.
Se traduce al español como deslocalización.
En español se suelen traducir como externalización.
Para aclarar los límites de ambos conceptos enfrentamos offshoring vs outsourcing y matizamos lo que los diferencia en varios aspectos:
Se traduce al español como deslocalización.
Qué es el outsourcing?
El outsourcing es cuando una empresa externaliza ciertas actividades empresariales como la contabilidad, servicios informáticos, etc a otra empresa. Aquí el enfasis es reducir costes de plantilla y enfocar mejor los esfuerzos en los procesos esenciales de la empresa (core processes).En español se suelen traducir como externalización.
Para aclarar los límites de ambos conceptos enfrentamos offshoring vs outsourcing y matizamos lo que los diferencia en varios aspectos:
- Propiedad. Esto es clave para entender qué separa a ambos. Las organizaciones que subcontratan un servicio a otra compañía están haciendo outsourcing. Hay un encargo a un proveedor y este trabajo se realiza fuera de la organización por parte de un tercero. Cuando una empresa hace offshore en realidad el trabajo se continúa haciendo dentro de la organización aunque sea en otro territorio. Las instalaciones, empleados, maquinaria, etc. son propiedad de la empresa pese a haberse movido físicamente a otro lugar. Hay que matizar que la existencia de uno no es excluyente para el otro. Por ejemplo, un fabricante de tecnología americano puede trasladar sus actividades productivas a China y paralelamente pedir a una empresa local mandarina que monte un producto concreto de su portfolio, o bien que asuma el montaje de determinadas unidades para echarles una mano con un pedido al que ellos solos no llegan.
- Control. Muchas compañías deciden apostar por el offshoring porque, aunque les resulte algo más costoso que el outsourcing, les permite contar con un mayor grado de control de los procesos y las operaciones. Al tratarse de una actividad en propiedad y no una externalización siempre va a obtenerse una mayor información y existirá la posibilidad de hacer cambios más rápidamente si surge cualquier problema o inconveniente. Asimismo, en determinadas industrias o sectores hay especificaciones de calidad muy estrictas que no todas las contratas son capaces de aportar.
- Tipos de proceso de negocio. El offshoring puede ser de varios tipos: de servicios, de fabricación o de I+D. En el primero de ellos hay una deslocalización del servicio de atención al cliente, los departamentos administrativos, etc. comúnmente a países que tienen algún tipo de ventaja fiscal, como Irlanda. En el segundo se abren plantas en territorios con mano de obra abundante y menos costosa, como China o India. Mientras, el offshoring de investigación y desarrollo responde más a la apertura de un centro de investigación y desarrollo en otro lugar para estar más cerca de talento. En cuanto el outsourcing es poco frecuente que haya una externalización en I+D (para eso ya están las licencias de patentes), pero sí que es común que se subcontrate tanto la producción como determinados servicios.
- Flexibilidad. En el binomio offshoring vs outsourcing el segundo es el que aporta más flexibilidad a una empresa, indudablemente. Cuando se externaliza, si las cosas no funcionan basta con cambiar de proveedor o romper un contrato. Hacer offshore puede ser un proceso costoso no solo en dinero, sino en tiempo. La deslocalización supone mover parte de la compañía, lo que puede llevar despidos, nuevos contratos, altas, pedir licencias de actividad, comprobar las normativas locales, buscar nuevas oficinas, etc. Existe mayor riesgo y una capacidad de maniobra más limitada si la experiencia no sale bien.
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